Otorgan al Hotel Hanabanilla reconocimiento ambiental en saludo al 5 de Junio

El Hotel Hanabanilla, de Islazul, mereció el Reconocimiento Ambiental Territorial por el Día del Medio Ambiente, por su trabajo sostenido por la conservación del entorno donde está enclavado.

El Hanabanilla, ubicado en las márgenes del único lago intramontano de Cuba, constituye el producto  turístico natural más distintivo de Villa Clara, lo que ha motivado un empeño especial en su preparación para hacerse acreedor de este importante aval. Así lo asegura la Máster Vivian Martínez de la Vega, Especialista de Medio Ambiente en la Escuela de Hotelería y Turismo “Alberto Delgado” y coordinadora del grupo que atiende esta entidad.

Martínez de la Vega refiere que  en una primera etapa se trabajó el diagnóstico ambiental con la implicación de especialistas de la Escuela de Hotelería y Turismo del territorio  y directivos de la instalación, tras lo cual se  adoptaron una serie de medidas que han contribuido sustancialmente al mejoramiento del desempeño del hotel.

Señaló además que se alcanzó la licencia sanitaria a partir de un grupo de  importantes inversiones, que posibilitaron la obtención de producciones más limpias y contribuyen al manejo sostenible en ese ecosistema, que en gran parte responde a la capacitación especializada del personal y a su sentido de pertenencia.

La especialista destacó  que también fue preciso lograr buenos  resultados en la comercialización, en la captación de ingresos, en  la eficiencia económica, para obtener este reconocimiento ambiental, aunque  las particularidades de su entorno permiten  una variedad de opciones que hacen del Hanabanilla un producto ecologista por excelencia.

Las condiciones naturales del Hanabanilla constituyen su razón de ser, asevera Vivian. Existen  opcionales turísticas que se han ganado el reconocimiento de diferentes segmentos de mercado, como resultan el caso de La casa del Campesino, Río  Negro, La Cascada, los senderos para quienes  practican la observación de aves, todo ello a partir de las excepcionales características de la flora y la fauna de este ecosistema de montaña, que no obstante su belleza, posee un altísimo nivel de fragilidad.

Por María Teresa Valdés, de CMHW

Domingo 5 de junio de 2011

Foto de archivo