¿Cuánto vale hoy Fariñas?

Supe hace unas horas que nuevamente, Guillermo Fariñas se declaró en huelga de hambre. ¿Qué querrá esta vez?, ¿cuánto dinero pedirá ahora? fueron mis primeras interrogantes. Al indagar en la red de redes mi asombro resultó inmenso.

No podía creer que recurriera al llevado y traído fallecimiento de Juan Wilfredo Soto García aún cuando todo el mundo conoce las verdaderas causas del deceso a través de los testimonios de familiares, médicos y testigos.

Pero claro que no es esa la verdadera causa. Fariñas quiere más. Fariñas aspira a más. Fariñas desea tener mucho más.

Fariñas siente el aliento de Yoani Sánchez. Ve como cada día gana más protagonismo y por ende más dinero. Fariñas es un ejemplo palpable de la ausencia de democracia en la llamada disidencia cubana. Es él y solo él.

Si hace falta un “mártir” pues será él. Si hiciera falta quien demandara “justicia”, sería él. Si se necesitara una voz, un ¿único líder?, sería él…pero jamás gratis. Ese egocentrismo cuesta mucho.

Ahora mismo, ¿Cuánto vale Fariñas? Todo lo que pida, ya que para algunos es él y únicamente él la ingenua esperanza de la transición en Cuba.

Ah pero Fariñas algo debía hacer luego que gritara a los 4 vientos que tenía un video de la “golpiza” a Juan Wilfredo. Al parecer se le borró de la memoria, el celular o pasó por fin el estado de enajenación que vivió por esos días. Tiene de cerca Fariñas un similar: Yoani quien igualmente engañó a sus seguidores con su “golpiza” sin pruebas.

Fariñas otra vez está en huelga. Tiene la certeza de que ningún equipo médico cubano lo dejará morir.

Por Naislet Rojas

04/06/2011

¿EN HUELGA OTRA VEZ?

¡Ya van 24 veces! ¡24! Que no es poco. Y entonces uno se pregunta ¿Por qué? ¿Cuál es su motivación? ¿Será verdad lo que siente, lo que se dice sentir? ¿A qué ideología responde su pensamiento?

Pero no,  no hay manipulación que valga. Ya el pueblo cubano y la comunidad internacional realmente empapada de la realidad cubana, conocen de las mil y una artimañas imperialistas para desestabilizar la credibilidad de esta Isla.

Medios digitales destacan hoy las “razones”  que llevan al disidente cubano radicado en Santa Clara (a 270 km de La Habana), Guillermo Fariñas a su huelga de hambre y sed número 24.

Resulta que, como no hay ninguna excusa valedera, sigue entonces el muy oportuno deceso de Juan Wilfredo Soto García dándole vueltas por la cabeza. No importa el testimonio de los familiares, ni de los médicos cubanos internacionalmente reconocidos por su ética y profesionalidad.

Fariñas sigue  empeñado en que Soto García sufrió una paliza en áreas del Parque Vidal de la ciudad de Santa Clara en el centro de Cuba: "El Gobierno tiene que llevar a juicio a los autores directos del crimen de Juan Wilfredo y hacer un pronunciamiento público para el cese de las golpizas a los opositores pacíficos". (Ver sitio)

Según la página web Diario de Cuba (www.diariodecuba.com), el disidente advirtió este viernes que culpabiliza al gobierno cubano de cualquier cosa que le suceda.

Entonces, como dijera cualquier cubano en el registro más coloquial: “¡Pero que clase descaro, caballero!”  ¡Cómo se atreve a responsabilizar al estado cubano de las consecuencias que pudiera tener su decisión!

Hace mucho tiempo que el llamado “periodista independiente” perdió credibilidad, pero ahora está rayando en la desvergüenza. Sencillamente violó las normas más elementales del periodismo que refieren a la objetividad, la investigación y la validación de las opiniones.

Esa huelga de hambre está alimentando su autocomplacencia, su autoproclamada posición en defensa de los “derechos humanos” y nadie duda que engorde un poco más su bolsillo…

Todo acto humano es una correlación causa /efecto y la mayor medida de inteligencia y honradez es responsabilizarse por las consecuencias de las acciones propias. Es así como se demuestra la confianza en uno mismo, la justeza de los ideales.

Así que 24 no, cien veces puede Fariñas declarase en huelga de hambre; su sacrificio siempre será en vano pues no hay una verdadera moral que lo sustente.

Por Naislet Rojas

Colaboración: Yulia LLanes Kotvitskaya

Martes 07/06/2011