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Villa Clara tomó el Palacio de los Cocodrilos

Villa Clara tomó el Palacio de los Cocodrilos

Ganar juegos impares en una postemporada vale lo que el oro en el mercado internacional. Más, creo yo, si se trata del primer partido de una final, en calidad de visitante y ante un público tan hostil como el que se aprieta por estos días en el Victoria de Girón.

Entonces, pues, Villa Clara acaba de inyectar, de adicionar un plus de motivación a sus aspiraciones al imponerse 4×0 a Matanzas en el Palacio de los Cocodrilos y tomar ventaja de 1-0 en la guerra al mejor de siete partidos por el título 52 de la pelota cubana.

Y dio el golpe de autoridad con el mejor exponente de su mayor virtud, con Freddy Asiel Álvarez, con el pitcheo. Amordazó las mandíbulas de los Cocodrilos el diestro de Corralillo, si bien, así lo vi, no hizo mucho el home club por romperle el ritmo y la dinámica.

Una oportunidad tuvieron en el primer inning en el momento menos dominante del as villaclareño, una ocasión única en ocho entradas.

Ariel Sánchez y Guillermo Heredia se dejaron cantar los segundos strikes en cuenta de 3-1. El primero falló y el segundo negoció un boleto. A continuación, con José Miguel Fernández en el cajón de bateo, se intentó un robo de base, frustrado con categoría, que abortó el peligro.

De sendos turnos demasiado pacientes para mi gusto, pasaron a la premura con una jugada que, sí, debe intentarse y puede ser desequilibrante en el duelo solo si se aplica de modo coherente -y, claro está, logran ganarle ese pulso, psicológico digamos, a Ariel Pestano.

Todavía Gracial abrió con hit el segundo acto, pero Freddy Asiel lo mantuvo pegado al primer cojín y obligó a Yadiel Hernández, desesperado en apariencias, a un rolling ideal para dos outs, antes de cerrar la entrada con el receptor Lázaro Herrera.

A partir de ahí comenzó un recital sobre el box, un recital a dos voces. Sí, porque si Freddy Asiel llegó a facturar 12 outs en fila, desde el banco de tercera salió Alain Delá, 20 días después de su última apertura y, con poco menos de 50 pitcheos, mantuvo lejos del home plate, con un sencillo apenas, a la ofensiva naranja.

No invitaba al bostezo el partido. El dominio de los abridores, sin embargo, sí lo sumió en pasajes tediosos.

Fue el hit de Yeniet Pérez, y lo que vino después, lo que azuzó el interés, a la altura del quinto inning.

Se imponía, por la filosofía de su director, por el pequeño calibre de la ofensiva villaclareña, un sacrificio. Pero Dayron Varona, frente a infielders alertas, intentó sorprender con un toque, sin anunciarlo. Inútil intento. Regaló el out y no adelantó al corredor.

La suerte, al parecer, estaba echada.

Danel Castro sonó un imparable y, en la jugada, Guillermo Heredia comete error (undécimo de Matanzas en los últimos cuatro desafíos), se colaron en posiciones anotadoras dos corredores. Sobrevino el boleto intencional a Pestano, un fly de sacrificio de Andy Sarduy, otra base por decisión técnica (desacertada me pareció) y el hit impulsor de dos carreras de Yordan Manduley.

Más no hubo, salvo el jonrón solitario de Ariel Borrero, su segundo en toda la temporada 2012-2013, que cerró el marcador; el ponche a Víctor Víctor Mesa –y no a un emergente-, que inició la estampida del público en el final del octavo, y el relevo perfecto de diez lanzamientos de Jonder Martínez.

Quedaron en las estadísticas, así, los 33 episodios sin carreras de Freddy Asiel (supera la marca de 29 impuesta por Pedro Luis Lazo) y la novena derrota consecutiva de un equipo de Víctor Mesa en play offs finales.

Rafael Arzuaga, de Cubadebate

Miércoles 12 de junio de 2013

 

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