La indisciplina se abre paso...
Tema altamente polémico en estos tiempos es el de la indisciplina social, manifestación de algunos ciudadanos que intentan sobresalir, desvirtuar nuestra realidad o abrirse paso ante la sociedad con conductas inadecuadas.
La falta del sentido de pertenencia presentes en la destrucción de los nuevos ómnibus puestos al servicio urbano, y que costaron cuantiosas sumas de dinero al Estado, el vertimiento de los latones de basura para las calles en horas nocturnas, la pronunciación de palabras obscenas en lugares públicos, la falta de caballerosidad, la deficiente atención a la población, o el mal servicio ya sea en moneda nacional o en divisa, son hechos que fustigan la tranquilidad ciudadana.
Inaceptable es el deterioro que provoca la indisciplina de quienes tienen la misión de servir a la sociedad y que intentan demostrar, con su actitud, que nuestro modelo de Revolución es inapropiado.
Hablando de indisciplina social y de sus males, le invito no solo a recordar, sino también a reflexionar sobre la definición de José Martí sobre la disciplina: Disciplina quiere decir orden, y orden quiere decir triunfo. Puesto que el cubano hace a su patria la ofrenda de su vida, hágala bien, y déle la vida de modo que le sirva, por el orden de sus servicios, en vez de serle inútil o dañar, por su desorden y torpeza en el instante de defenderla. La mejor disciplina es el empleo incesante contra el enemigo.
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