Llega Villa Clara al Día de la Medicina Latinoamericana con la tasa de mortalidad más baja en su historia
El sistema de salud en Villa Clara llegó al Día de la Medicina latinoamericana con una tasa de mortalidad infantil de 2,5 por cada mil nacidos vivos, la más baja en la historia de la provincia y entre las menores de Cuba.
Belkis Lorenzo, responsable del Programa Materno Infantil en territorio villaclareño, dijo a la AIN que esa cifra se alcanza con cero fallecimiento materno, muestra de un sistemático trabajo desde el consultorio del médico de la familia hasta los hospitales provinciales.
Destacó el quehacer de enfermeras, galenos de medicina general integral, obstetras, ginecólogos, neonatólogos, intensivistas y trabajadores vinculados al Programa, quienes con su labor contribuyeron al considerable descenso de ese indicador, que fue de 4,4, en el año último.
Lorenzo señaló que exhiben cero mortalidad en menores de un año, los municipios de Quemado de Güines, Sagua la Grande, Encrucijada y Camajuaní mientras subrayó la tasa de 2,6, en Santa Clara, donde se concentra la mayor población urbana de la provincia.
Manifestó que se perfecciona la atención a las embarazadas, principalmente en los 29 hogares maternos en funcionamiento en Villa Clara.
Ramón Alfonso, director del hospital provincial pediátrico José Luis Miranda, informó que entre los logros del centro, declarado Colectivo Moral, figura la contribución al descenso de la tasa de la mortalidad infantil con un resultado destacado en la terapia intensiva.
Sirva este ejemplo personal para resaltar la labor de los trabajadores del sector de la salud de Sagua la Grande, especialmente, a los del programa materno- infantil.
Tu llegda
Transcurrían los días y aumentaba la ansiedad, el miedo, las dudas. Cada segundo contaba. Pintura aquí , arreglo allá, quitar todo vestigio de polvo, una gran locura esperando tú llegada…En el silencio, el temor se apoderaba de nuestros corazones, pues pasaban los días y no dabas señales….¿Acaso no era el tiempo? o simplemente querías comprobar cuánto de amor te concedía la vida.
La fecha señalada, 9 de agosto, y mami sin sentir ningún síntoma…Entonces comenzaron los vaticinios, que sin con el cambio de luna, que si a las 40 semanas, que si el día del cumpleaños de tal o más cual amigo, en fin, el anhelo por ti crecía a cada instante.
Suena el teléfono, son las 4 y 30 de la mañana. Es 17 de agosto de 2010, y a las 41 semanas y 2 días; después de tantos ultrasonidos, exámenes, análisis, decides que es tu día…Y que día….Beatriz Wilson, la ginecóloga que atendía a tu mami realizó un trabajo minucioso de parto para que llegaras a este mundo con mucha salud. Sin embargo, la cesárea se hizo inminente. Una placa demostró que mami es muy estrecha de pelvis y no tiene capacidad para que nacieras por parto natural.
Otro prestigioso colectivo de ginecólogos, anestesistas, enfermeras, de Sagua la Grande, liderados por la doctora Alina, asumió el nuevo reto. El implacable tiempo avanzaba y no se podía perder ni un segundo para lograr con éxito tu nacimiento, ya que tenías dos circulares. Ese segundo que se convertía en horas para mí, la familia y todos los amigos; ese segundo que se levantó en plegaria por la salud de las dos.
Son las 10 y 45 minutos de la mañana y finalmente, después de caminar de un lado hacia el otro del salón de espera, la feliz noticia: TÚ llegada, mí adorada nieta Lisbet.
Fuente: Luz María Martínez Zelada, de la AIN, Villa Clara y Magalys Alfonso López
Foto: archivo personal
Fecha 3/12/2010
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