Prosiguen los bombardeos de las potencias imperiales en Libia. Gadafi anuncia larga guerra
Los aviones de la coalición internacional bombardearon nuevamente el domingo las fuerzas militares del líder libio Muamar Gadafi, que por su lado prometió una “larga guerra” y advirtió que todo su pueblo está “armado” y “vencerá”.
Esta primera fase de ataques aéreos es “un éxito” y permitió instaurar una zona de exclusión aérea, declaró el domingo el máximo oficial estadounidense, el almirante Michael Mullen, y aseguró que las tropas leales a Gadafi ya no avanzan hacia Bengasi, feudo de la rebelión.
“Nosotros somos los victoriosos, vosotros los vencidos. Jamás abandonaremos el campo de batalla pues defendemos nuestra tierra y nuestra dignidad” dijo el líder libio en un mensaje sonoro, el segundo desde el inicio el sábado de la operación militar internacional, lanzada en virtud de la resolución 1973 de la ONU, adoptada el jueves.
Gadafi, en el poder desde hace casi 42 años, predijo además una “larga guerra” y aseguró que “todo el pueblo libio está armado”, y “vencerá”.
Las fuerzas de la coalición liderada por Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña prosiguieron el domingo la operación militar, bautizada “Odyssey Dawn” (odisea del amanecer) por el Pentágono.
Al menos 18 aviones norteamericanos, entre ellos tres bombarderos furtivos B2, atacaron objetivos en Libia el domingo al alba, declaró a la AFP Kenneth Fidler, portavoz del US Africa Command en Stuttgart (Alemania), cuartel general estadounidense que coordina la intervención en Libia.
Las operaciones aéreas francesas también proseguían, según una fuente militar.
Decenas de vehículos militares de Gadafi, entre ellos tanques, fueron destruidos el domingo por bombardeos aéreos al oeste de Bengasi, según periodistas de la AFP y rebeldes.
El ministro británico de Finanzas George Osbone afirmó que “han sido tomadas todas las precauciones” para evitar víctimas civiles durante los bombardeos”.
Tras semanas de dudas, y amparado en un mandato de la ONU y un apoyo árabe, la coalición pasó el sábado al ataque bombardeando por aire y mar objetivos militares libios, para intentar detener la sangrienta represión de la rebelión que el 15 de febrero estalló contra el régimen de Gadafi.
La intervención era deseada por la oposición libia, sobre todo después de que las fuerzas gubernamentales recuperaran el control de varios feudos rebeldes mediante ataques aéreos y bombardeos.
Washington y Londres lanzaron mas de 110 misiles de crucero Tomahawk desde navíos y submarinos a partir del sábado a las 19H00 GMT contra más de 20 objetivos, entre ellos sistemas de defensa antiaérea y estratégicos nudos de comunicación, todos ellos en la costa mediterránea.
La intervención se había iniciado con un ataque aéreo francés a las 16H45 GMT del sábado.
La madrugada del domingo, un bombardeo aéreo tuvo como objetivo Trípoli, y la defensa antiaérea desplegada en la capital, especialmente en la casa cuartel del líder libio en Bab Al Aziziya, entró en acción según un periodista de la AFP.
Previamente, las autoridades libias informaron que habían sido tocados “objetivos civiles y militares”, y que se produjeron “graves daños materiales” en Misrata, al este de Tripoli, en Zuara (oeste), Sirte (este), ciudad natal de Gadafi, y Bengasi.
Por otra parte, hombres armados retienen a la tripulación de un barco italiano, compuesta por ocho italianos, dos indios y un ucraniano, en el puerto de Trípoli, cuando desembarcaba a trabajadores libios, indicó el domingo la prensa italiana.
La operación internacional fue saludada con disparos de alegría en la región de Bengasi, donde se concentra buena parte de las fuerzas rebeldes.
“El uso de la fuerza no era la opción que nosotros preferíamos”, declaró no obstante el presidente estadounidense Barack Obama. “Pero no podemos permanecer con los brazos cruzados cuando un tirano dice a su pueblo que actuará sin piedad”.
Sin embargo, Obama anunció haber autorizado “una acción militar limitada en Libia”, reiterando que Estados Unidos no desplegaría tropas en el territorio de este país.
Rusia y China, que se abstuvieron en el voto de la resolución de la ONU, lamentaron la intervención. Japón, en cambio, aportó su apoyo al ataque. El Comité de la Unión Africana sobre Libia exhortó a un “cese inmediato de las hostilidades”.
La Liga Arabe, que el sábado apoyó la intervención militar, este domingo criticó a la coalición internacional al considerar que se aparta “del objetivo que es imponer una zona de exclusión aérea”.
Por Cubadebate
Domingo 20 de Marzo de 2011
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