Presentan libro Palabras de la reconocida compositora Marta Valdés

En la Sala Agesta de la UNEAC casi no alcanzaron los asientos esta noche de miércoles a pesar de la llovizna incesante. El público conocía bien que esta sería tal vez una oportunidad única para adquirir el nuevo libro Palabras, de la reconocida compositora, guitarrista e intérprete Marta Valdés, y al mismo tiempo disfrutar de su presencia en Santa Clara.

El volumen, de la editorial Unión, recoge 59 trabajos publicados por esta autora entre los años 2009 y 2012, en su columna dominical de Cubadebate. Destacan de una manera amena y sentida textos a modo de semblanzas o crónicas de importantes figuras del panorama musical cubano como Bebo y Chucho Valdés, Mirian Ramos, Alejandro García Caturla, Omara Portuondo, Teresita Fernández, César Portillo, Vicentico Valdés, Adolfo Guzmán, Pancho Amat, entre otros.

La compilación debe su título al bolero, de igual nombre, con el que se dio a conocer siendo aún muy joven, y que popularizó el gran intérprete Vicentico Valdés.

Como expresa el escritor Alexis Castañeda en su texto de presentación, al que tituló a propósito Sin palabras frente Marta Valdés, «la compositora no expone solamente datos biográficos o relaciones ecológicas del transcurrir de estos artistas, sabe escoger sabiamente el pretexto oportuno para introducirnos en sus reflexiones, puede ser un aniversario, el recuerdo que le trae una canción, un comentario escuchado o la mera intuición, que en ella siempre es puntual y pertinente»

La música de Marta Valdés estableció pautas por su calidad poética y musical. Además, marcó una transición entre el filin y la nueva canción cubana.

Y tiene razón Castañeda al afirmar que esta sección era una de las más esperadas en Cuba y en gran parte del mundo. Marta aguarda tantos conocimientos sobre la tradición musical cubana y sus juicios son tan profundos y minuciosos que el lector queda a merced de su sapiencia.

En el libro destacan títulos como El festival Longina: trova congelada, cálidos aplausos; Graciano, la Burke y Ela O´Farril: menudo final para febrero; Cuando los trovadores se reúnen, La flauta misteriosa del matadero; El jardín de «la Gorda»; Yo conocí a Piloto y Vera; Adolfo Guzmán. Tan grande, tan querido; El inmenso legado de los hermanos Grenet, entre otros que conforman el exquisito volumen.

«Estos han sido años de mi vida», confesó Marta al término de la presentación. «Creo que soy yo quien debe pellizcarse. Me he sentido feliz de escuchar a Raptus esta noche. Cuando se nos presentan cosas tan grandiosas como esas delante, debemos agarrarlas y no dejarlas ir. Es una música privilegiada. De aquí surgen artistas de esa talla».

La música de Marta Valdés marca una transición entre el filin y la nueva canción, además, estableció pautas por su calidad poética y musical. Es la autora de canciones antológicas de la historia musical cubana, las cuales han viajado el mundo y han sido interpretadas por excelentes y reconocidas voces.

Marta fue homenajeada por los artistas villaclareños y recibió una obra plástica del pintor Ramón Valdés Gómez (Yiki).

Entre otros temas, son sumamente citados José Jacinto, En la imaginación, Llora, Tú no sospechas, No es preciso, entre otros. Su obra se caracteriza por un elaborado diseño melódico armónico y en esta se recurre a insólitas modulaciones que le otorgan singularidad en el catálogo autoral cubano. Recibió por su aporte a la cultura nacional el Premio Nacional de la Música en 2007.

Para describir la oportunidad de haber escuchado las palabras de Marta Valdés solo podemos hacernos eco de lo que expresara Arístides Vega durante el encuentro: «esta fue una noche para recordar en Santa Clara»./ Laura Rodríguez Fuentes  

Tomado de CMHW